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Explicación de las técnicas usadas
(pulsar en cada técnica para ver una
explicación) |
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Los tratamientos bioenergéticos (o
Técnicas Médicas No Convencionales) son un traje a
medida: cada paciente tiene sus características especiales y necesita
el suyo que no le sirve a otro. Los tratamientos convencionales sería un traje
pret à porter, igual para todos y por eso no les sienta igual de bien a
cada uno.
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LA FÁBRICA DE ROPA
(como funcionan las
terapias bioenergéticas)
Esta es una parábola que
me inventé hace unos años para explicar sencillamente a
mis pacientes como funciona la homeopatía, pregunta que
me hacen un día sí y otro también. Pienso que puede
ser extensible, además, al funcionamiento de las otras
terapias bioenergéticas. Siempre remarco que esta
explicación NO es científica, pero sirve bastante bien
para dar una idea del porqué las dosis mínimas y de la
pauta ESM (espaciar según mejoría).
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Érase una vez una gran fábrica
de ropa. Fabricaba muchos modelos de maravillosos
vestidos de todos los colores, tallas, telas, formas,
usos y diseños.
Normalmente todo va bien y la
fábrica funciona perfectamente: todo el proceso de
fabricación es el adecuado y en el almacén hay
suficientes vestidos de todos los modelos y colores.
Pero un aciago día, las cosas
dejan de ir bien y la fábrica es incapaz de fabricar uno
de los modelos. Durante un tiempo aún se pueden servir
pedidos pues quedaban algunos fabricados en el almacén,
pero cuando éstos se agotan, la fabrica no tiene más
vestidos de ese modelo.
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La fábrica es el cuerpo humano. El
proceso de fabricación normal es el estado de SALUD, y
cuando empieza a fallar lo llamamos ENFERMEDAD. Mientras
hay algo en el almacén la enfermedad es latente, cuando
ya no queda nada se hace sintomática.
¿Porqué se dejan de fabricar los
vestidos? Hay muchas razones; las más habituales son:
falta de género (mala alimentación), avería de las
máquinas (lesión o accidente), huelga de los obreros
(exceso de trabajo, estrés…), o -lo más frecuente-
empleados nuevos que no saben hacer correctamente el
trabajo.
Cada órgano de nuestro cuerpo es
un taller para un modelo determinado de vestido. Igual
que hay muchos modelos de vestidos (noche, fiesta,
calle…), las enfermedades pueden manifestarse en
muchos órganos (estómago, riñón, hígado…). Cada
operario es una célula y las células se renuevan
constantemente en nuestro organismo. ¿Cómo aprenden los
nuevos obreros a realizar correctamente los vestidos?
Gracias a unas instrucciones que la fábrica tiene desde
siempre: los patrones de los vestidos.
Cuando queremos curar la enfermedad
hay dos opciones: comprar ese modelo de vestido en otra
fábrica (tratamientos alopáticos "anti"), o
arreglar el problema en la fábrica para que ésta vuelva
a fabricarlos. Si el problema era de género lo
resolveremos con una buena dieta; si era de agotamiento,
con descanso… Y si era de falta de instrucciones
correctas, habrá que darle a los trabajadores de nuevo
el patrón que han perdido. Eso es precisamente el
remedio homeopático: el patrón de los vestidos, las
instrucciones de cómo se hacen.
Por eso no es necesario tomar
grandes cantidades: el patrón está o no está.
Por eso aumentar la dosis es tomar
más veces el medicamento: se consulta más
frecuentemente el patrón. Disminuir la dosis es espaciar
las tomas: no se precisa consultar tanto el patrón.
Y... por eso funciona tan bien la
homeopatía: el vestido que resulta es el verdadero, el
original. No una copia de otra fábrica.
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